Nadie pierde por dar amor. Nadie malgasta sus días por dedicar su vida a otros o por abrazar la vulnerabilidad de los que le rodean. Saber amar con amor incondicional nos dignifica, nos humaniza y llena de sentido nuestras vidas.
Sin embargo, el que de verdad pierde es el que no sabe recibirlo, muchas veces escondido entre sus miedos, sus malas experiencias o su fría coraza de aislamiento.
¡Déjate querer, experimenta lo que es sentirse querido!,
empezando siempre por Aquél que te ha amado primero.
1 Juan 4:19
1 de Marzo 2020
Comments