Ya llegó el tiempo de pasar página, mudarnos de año y enfrentarnos de nuevo a nuestra insistente forma de organizar la vida. Es posible que para algunos, los últimos días del año vinieron vestidos con la melancolía propia de un “qué bien me ha ido” , mientras que para otros ya le iban sobrando segundos de un año aburrido, capcioso o difícil . Lo que no cabe duda es que cada año siempre viene acompañado de su historia pertinente, con su hilera de sueños de los cuales algunos se cumplen y otros nunca despiertan… pero siempre, con nuevos propósitos que llenarán nuestra lista de compra emocional y por los menos nos mantendrán entretenidos las primeras semanas del nuevo ciclo.
Como tú, tengo mis años buenos y no tan buenos, como tú disfruto de las fiestas aunque a veces me deprimo y como tú, recuerdo, planeo y me asomo al nuevo horizonte con una mirada fresca, aunque luchando internamente con la sensación recurrente de saber que ese camino ya lo he hecho.
Por eso entiendo que si de verdad quiero nuevos comienzos, yo soy la primera que tengo que trabajarlos. Nada comienza de nuevo si parto de mis frustraciones, ansiedades, rencores o desilusiones. Ningún camino se hace nuevo si sigo caminando con las heridas, los tropiezos y el cansancio de los pasos anteriores. Pasemos de verdad página, soltemos, perdonemos, respiremos y soñemos, deseando de corazón que de verdad se inicie un nuevo comienzo y que nuestro Dios siga trabajando en todos nosotros y nos dé el deseo y el poder para que hagamos lo que a él le agrada. ¡FELIZ AÑO NUEVO! Filipenses 2:13 Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.
1 Enero 2023