Qué complicado debe ser tener una conciencia tranquila y equilibrada, cuando uno vive sin aceptar el consejo de otras voces, incluidas la del propio yo. Y aunque según nos cuentan, parece que lo más acertado es desconectarnos de nuestra propia conciencia, la ALMOHADA siempre termina susurrándonos cuentos que muchas veces NO QUEREMOS ESCUCHAR. Y aunque intentamos silenciar esa voz interna, “inoportuna e impopular”, nunca podremos cambiar el hecho de que nuestra conciencia fue creada para ser el juez que dictamina nuestro comportamiento, nos orienta, se sincera y a veces nos halaga. Y si nuestra conciencia anda tranquila,la vida se lleva fácil, pero NO HAY NADA MÁS PELIGROSO que caminar bajo el consejo de una mala conciencia. Esta conciencia te recordará lo peor de tu pasado para encadenar tu presente y aprisionar tu futuro, convirtiéndote en el mayor de tus extraños y en el peor de tus enemigos. Recuerda que AHORA es un buen momento para reconciliaciones. Por eso te animo a que hables con tu conciencia. Búscala, escúchala, reconcíliate con ella y perdona. ¿¿¿Que sólo no puedes??? Busca primero a Cristo. Su voz no enjuicia, no critica. Su voz es la única verdad con capacidad para hablar a tu conciencia y calmar las tormentas de tu alma.
Colosenses 1:21a Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
18 de Junio 2021
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