¡¡¡Pero mira que es nocivo vivir cargando con las cuentas pendientes!!! Y no hablo de facturas, ni de la montaña de trabajo que todos los días nos aguarda. Sino de todas esas cargas emocionales que nos roban el sueño, presionan nuestra respiración y acortan nuestra libertad. Vivimos con la desacertada impresión de que resolver los conflictos con otros y lo más importante perdirles perdón cuando bien lo merecen, nos infravalora y empequeñece, pensando que la humildad no es para los fuertes y que una buena dosis de orgullo tiene la capacidad de resolver nuestro conflicto interno. Pero no hay nada mas perjudicial que cargar con la ansiedad y la culpabilidad de nuestro ego manipulador, que al final nos acorrala en su trampa y aisla. Todos cometemos errores, nos equivocamos… e incluso muchos dicen que rectificar es de sabios… pero más sabio es un perdón a tiempo, libre, sin forzar, ni ponderar. El perdón no humilla, no envilece, no debilita. Al contrario honra, libera, te hace crecer y lo más importante, ama.
Proverbios 6:3 Hijo mío, has caído en manos de tu prójimo. Para librarte, tienes que hacer lo siguiente: Ve a hablar con tu prójimo, y humíllate ante él.
25 de Marzo 2021