Me encantaría ser una de esas personas que tienen toda su vida planificada y ordenada. Supongo que la tranquilidad de tener las cosas resueltas y encaminadas les trae la paz y la estabilidad que necesitan. Pero en mi caso eso 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮… Y no es que viva en el otro extremo donde me visto de libertad e improviso acorde a la volubilidad de esta vida, para nada… yo soy de las que 𝗼𝗿𝗼, 𝗽𝗹𝗮𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗶́𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝘃𝗲𝗰𝗲𝘀 esos planes no se cumplen. Y me frustro si las cosas no salen y pataleo como un niña en medio de mi rabieta sugestionada y autocomplaciente.
Y no es que no se cumplan por imposibles, por cuestiones de azar, o por mala planificación. Sencillamente no se cumplen por cuestión de 𝗩𝗢𝗟𝗨𝗡𝗧𝗔𝗗.
Sí como lees… de Voluntad. Porque muchas veces más que orar y planificar, planificamos y oramos pidiendo a Dios que bendiga nuestra aventura, olvidando que rendir la vida a Él implica 𝗮𝗰𝗲𝗽𝘁𝗮𝗿 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝘀𝘂 𝘃𝗼𝗹𝘂𝗻𝘁𝗮𝗱 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗻𝗰𝗶𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮. Y sí, hoy es uno de esos días que mis planes no se cumplieron , pero sonrío porque recuerdo:
ISAIAS 55; 8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
3 Marzo 2023
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