Desde pequeños se nos inculca a enfrentar nuestros propios miedos, miedo a la oscuridad, a la muerte, a perder lo que más quieres... Miedos multiformes y personales que nos recuerdan algo que el mundo o la cultura social prefieren evitar: TU VULNERABILIDAD. Y entre disfraces de heroes inventados y superpoderes impostados, nos esforzamos en vivir escondiendo nuestra realidad, esa realidad que habla de fragilidad, debilidad, limitaciones e inseguridad. Y tendemos a echarle la culpa a Dios por crearnos con tales “imperfecciones”, pero sería bueno entender que son parte de nuestra naturaleza, por mucho que pretendamos dejar de ser humanos.
Por eso no intentes vivir escondiendo tus debilidades o luchando en contra de tus miedos. Recuerda que son parte de tí y el mejor espacio “teológico” para encontrar la fortaleza, el poder y el infinito abrazo de DIOS.
8 de Diciembre 2019
Comentarios